Con una inflación acumulada de 6.57 % Honduras cierra el primer semestre del 2022

El Banco Central de Honduras informó que el país cerró el primer semestre de 2022 con una inflación acumulada del 6.57 %, por encima del 1.83 % que registró en el mismo período de 2021.

A través de un comunicado el BCH explica que la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en junio de 2022 fue 1.32%, (0.28% en el mismo mes de 2021), resultado principalmente del aumento en el precio de alimentos de origen agropecuario e industrializados; así como de los pasajes internacionales de transporte de pasajeros y combustibles.

Derivado de lo anterior, la inflación interanual se ubicó en 10.22% (4.67% doce meses atrás). Entre
tanto, la inflación acumulada alcanzó 6.57% por encima del (1.83% registrado en junio de 2021).

A junio de 2022, la inflación total se ubicó en 10.22%, de la cual 4.23 puntos porcentuales (pp),
equivalentes al 41.4% del total, corresponde a la inflación importada.

La Institución justifica que la aceleración en dicha inflación, recoge los choques a los que la economía mundial se está enfrentado, como ser: Incrementos en los precios de los combustibles y materias primas (lo que encarece los bienes de los socios comerciales), aunado a los mayores precios en los servicios de fletes y de los combustibles.

Los países de Centroamérica están experimentando una tendencia al alza en la inflación, afectando a los
consumidores principalmente a través de los precios de los alimentos, energía y transporte.

Amplían que la aceleración de la inflación en Honduras fue impulsada inicialmente por el aumento de los precios de los alimentos y la energía, pero se hizo más amplio con el encarecimiento de los costos de transporte locales, así como por una fuerte recuperación de la demanda, inicialmente de bienes, pero luego también para servicios.

No obstante, de los esfuerzos de política realizados por algunos bancos centrales del área al aumentar su
Tasa de Política Monetaria, la inflación interanual en todos los países de la región, se ubica por encima del
límite superior de los rangos de tolerancia, bajo un contexto de choques de oferta impulsados por la
guerra entre Rusia y Ucrania; así como por los confinamientos implementados en China y la distorsión en
la cadena mundial de suministros, ocasionando presiones inflacionarias sobre los precios de los
combustibles y materias primas. Concluyen.