Al cumplirse un año de las protestas masivas en Cuba, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena la persistencia de la represión estatal en contra de las personas que participaron o apoyaron las manifestaciones sociales. La CIDH urge al Estado a poner fin a toda acción de represión y garantizar los derechos humanos de quienes están detenidos y acusados.
El 11 de julio de 2021, miles de personas salieron a las calles, en más de 40 ciudades del país, para protestar pacíficamente para exigir el ejercicio de libertades civiles y cambios en la estructura política, además de reclamar la falta de acceso a derechos económicos, sociales y culturales.
Estas protestas desencadenaron reacciones inmediatas por parte del Estado, que dejaron un saldo total de 1.484 personas detenidas; de las cuales, 700 seguirían privadas de libertad. Asimismo, 624 personas habrían sido juzgadas por su participación en las protestas, de estas, 586 habrían sido condenadas, 34 estarían a la espera de su sentencia, y 4 fueron absueltas. Estos datos son reportes de la sociedad civil a julio de 2022.
La Comisión enmarca que los patrones de violación a los derechos humanos observados en Cuba a través de las diferentes acciones represivas en contra de las voces disidentes y de los reclamos ciudadanos se presentan como parte de un problema estructural que tiene como raíz la propia ausencia de institucionalidad democrática.
En este sentido, urge a Cuba a poner fin inmediatamente a las acciones punitivas en contra de las personas que participaron o apoyaron las manifestaciones. El Estado de Cuba debe cesar los actos de hostigamiento y vigilancia, detenciones arbitrarias, violaciones a las garantías del debido proceso, juicios injustos y condenas desproporcionadas.