POR. ROBERTO VALENCIA. InSight Crime. /
Más de una docena de informes confidenciales de la Policía Nacional Civil en poder de InSight Crime revelan que, aunque “debilitadas” tras año y medio de régimen de excepción, las tres principales pandillas que operan en El Salvador todavía son una amenaza sutil.
La Mara Salvatrucha (MS13), el Barrio 18 Sureños y el Barrio 18 Revolucionarios conservan 54 grupos armados, sobre todo en áreas rurales. También permanecen en libertad casi 43.000 personas perfiladas como pandilleros, en tres categorías: miembros activos (homeboys), aspirantes a serlo (chequeos) y lo que llaman “colaboradores”, una designación amplia de los supuestos operadores y ayudantes de esos grupos.
Estos números ponen en entredicho el triunfalismo de la administración de Nayib Bukele que auspició una ofensiva sin precedentes contra esos grupos criminales.
Los informes policiales detallan con precisión la situación de las pandillas y su actual presencia dispareja en el territorio nacional. Presentan un panorama con logros notables en la desarticulación de estos grupos, pero también consigna sombras y amenazas. Además, insinúan la posibilidad de que las pandillas hayan decidido no llevar a cabo una respuesta violenta, en lugar de no poder hacerlo.
El Salvador vive bajo régimen de excepción desde el 27 de marzo de 2022, aprobado y prorrogado mes tras mes por la Asamblea a solicitud del presidente Bukele. La medida ha supuesto el encarcelamiento de más de 72.000 personas, de las que más de 7.000 han sido ya liberadas tras comprobarse que fueron detenciones arbitrarias, después de semanas o meses privados de libertad.
Bajo el nombre de “Apreciación de pandillas ante coyuntura del Régimen de Excepción”, los informes a los que ha tenido acceso InSight Crime son elaborados periódicamente por la División de Análisis y Producción de Inteligencia, una dependencia de la Subdirección de Inteligencia de la Policía Nacional Civil (PNC).
Se envían al director de la institución policial, Mauricio Arriaza Chicas, y él los distribuye sólo entre funcionarios de extrema confianza. La fuente que los facilitó es parte de ese círculo. Además, InSight Crime corroboró la autenticidad de los documentos con un exoficial del nivel superior de la PNC y expertos no gubernamentales que habían conseguido reportes similares.
Los análisis sobre quiénes integran las pandillas los centraliza la Subdirección de Inteligencia y, según el exoficial consultado, la base de datos está sujeta a una actualización constante.
Estos informes confidenciales, además, representan la verdadera visión del fenómeno de las maras que tiene la Administración Bukele, una visión alejada de la propaganda y el secretismo que envuelve las comunicaciones oficiales.
“La oposición salvadoreña, sus gremiales, sus medios, sus ONG, sus expertos; todos salieron ayer, al UNÍSONO, aceptando el éxito total de nuestra guerra contra pandillas”, tuiteó el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, el 4 de febrero de 2023.
El más reciente de los informes en manos de InSight Crime, fechado 1 de septiembre de 2023 y de 19 páginas, cifra en 54 los grupos armados de pandilleros que siguen activos en El Salvador. A dos meses de iniciado el régimen, en junio de 2022, la PNC tenía monitoreadas 95 células (clicas, en argot pandillero) con suficiente armamento como para ser consideradas “grupos armados”.
En febrero de 2023, este número había bajado a 75 y en mayo disminuyó a 67. Pero todavía quedan 54 en septiembre.
La MS13 está detrás de 43 de esos 54 comandos; seis son del Barrio 18 Sureños, y los cinco restantes, del Barrio 18 Revolucionarios.
Además, los avances en desmantelar no han sido uniformes en todo el país. La PNC y las fuerzas armadas han golpeado con más dureza a los grupos armados en los departamentos de Cuscatlán, Santa Ana, San Miguel, La Unión y Usulután. Pero el impacto ha sido notablemente inferior en San Salvador, Ahuachapán, Morazán, Cabañas, La Libertad y La Paz.
Hay dos departamentos — Chalatenango y San Vicente — en los que se mantiene el número de grupos. Pero el caso más sorprendente es Sonsonate, donde se ha subido de cinco a seis.
En cuanto al número de integrantes de cada estructura criminal, las pandillas más golpeadas a escala nacional han sido la MS13 y Barrio 18 Sureños, pero aún mantienen en libertad al 33% y al 35% de sus integrantes, respectivamente.
El Barrio 18 Revolucionarios — pandilla con presencia importante en la mitad oriental del área metropolitana de San Salvador, y en los departamentos de La Libertad y La Paz — parece haber resistido mejor la ofensiva o su desarticulación no ha sido tan prioritaria. De cualquier manera, el 46% de sus integrantes están libres.
En la suma de todas las pandillas, el informe señala que permanecen libres 42.826 pandilleros activos, aspirantes y colaboradores, un 36% de todos los que el gobierno tiene fichados. El porcentaje más alto es en la categoría homeboys, con un 40% de ellos en libertad.