Un ciudadano estadounidense de 32 años ha sido enviado a una prisión federal por intentar ingresar mediante contrabando miles de cartuchos de municiones a México, anunció el fiscal federal Alamdar S. Hamdani.
El 2 de mayo, Jesús Alberto Olivares se declaró culpable de intentar exportar 5,680 cartuchos de municiones para pistolas.
La jueza federal de Distrito, Marina García Marmolejo, ahora ha dispuesto que Olivares permanezca 75 meses en una prisión federal a menos de un año de haber cumplido una condena por conspiración para distribuir drogas.
Al imponer la condena, la jueza Garcia Marmolejo destacó que era probable que las municiones tuvieran un único fin: ser puestas en poder de miembros de cárteles en México para que estos las usaran, incluso con el objeto de matar a personas.
“Esta condena transmite un mensaje claro: el Departamento de Justicia será implacable en sus esfuerzos por llevar ante la justicia a los responsables del contrabando de municiones y armas de fuego ilegales a través de nuestra frontera sur”, destacó la fiscal general adjunta Lisa O. Monaco. “Seguiremos realizando acciones enérgicas para combatir la violencia con armas que pone en peligro la aplicación de la ley y resulta devastadora para comunidades tanto en México como en Estados Unidos”.
“Los carteles de narcotráfico mexicanos son una amenaza para los residentes y las comunidades del Distrito Sur de Texas, en parte debido a su acceso a municiones y armas de fuego ilícitas”, explicó Hamdani. “La decisión de Olivares de esconder casi 6.000 cartuchos de municiones en los paneles de una camioneta mientras intentaba cruzar un puente en dirección a México hará que permanezca en una prisión federal por más de seis años y representa una advertencia aleccionadora para quienes se sientan inclinados a seguir sus pasos”.
El 27 de febrero, Olivares condujo su vehículo PT Cruiser negro hasta el Puente Internacional Lincoln Juárez en el trayecto de regreso a su hogar en Nuevo Laredo, Tamaulipas, México. Las autoridades advirtieron que una de las puertas del vehículo parecía inusualmente pesada y generaba un sonido leve como si hubiera algo oculto dentro.
Tras una ulterior requisa de los paneles de las cuatro puertas del Cruiser se encontraron en total 5.680 cartuchos de municiones de armas de distinto calibre: 3600 cartuchos de calibre .40 S&W, 900 cartuchos de calibre .380, 900 cartuchos de calibre .45, 100 cartuchos de 9 milímetros y 180 cartuchos de municiones .38 SPL +P.
Olivares admitió haber aceptado ingresar de contrabando las municiones a México y que las había recibido pocas horas antes. Escondió las municiones él mismo en los paneles de las puertas y posteriores del vehículo.