Los gobiernos de Birmania y China han fracasado en su propósito de contener la trata de mujeres y niñas de etnia Kachin como “novias” para familias en China, dijo Human Rights Watch en un informe publicado recientemente.
El informe de 112 páginas, “‘Give Us a Baby and We’ll Let You Go’: Trafficking of Kachin ‘Brides’ from Myanmar to China” “‘Danos un hijo y te dejaremos ir”: el tráfico de ‘novias’ de Kachin desde Birmania a China”), documenta cómo los traficantes venden a mujeres y niñas de los estados norteños de Kachin y Shan para ser esclavas en China. Sobrevivientes de la trata explicaron que personas de confianza, incluso miembros de su propia familia, les prometieron empleos en China, pero que en su lugar las vendieron por el equivalente a entre US$3.000 y US$13.000 a familias chinas. En China, por lo general, eran encerradas en una habitación donde las violaban para que se quedasen embarazadas.
“Birmania y las autoridades chinas hacen la vista gorda mientras que traficantes sin escrúpulos están vendiendo a mujeres y niñas Kachin destinadas al cautiverio y abusos indescriptibles”, dijo Heather Barr, codirectora en funciones del departamento de derechos de la mujer en Human Rights Watch y autora del informe. “La escasez de medios de vida y garantías para los derechos fundamentales han convertido a estas mujeres en una presa fácil para los traficantes, que tienen pocas razones para temer a las autoridades en ambos lados de la frontera”.
El informe está basado principalmente en entrevistas con 37 sobrevivientes de la trata, así como con 3 familias de víctimas, funcionarios del gobierno de Birmania y la policía, así como miembros de grupos locales, entre otros.
Una mujer Kachin que había sido traficada a los 16 años por su cuñada dijo:
“La familia me llevó a una habitación. En esa habitación me ataron de nuevo (…) Cerraron la puerta, durante uno o dos meses. Cuando llegaba la hora de comer, me daban comida. Yo lloraba (…) Cada vez que el hombre chino me traía comidas, me violaba”.
Las sobrevivientes dijeron que las familias chinas a menudo parecían más interesadas en tener un bebé que una “novia”. Una vez que las mujeres y las niñas traficadas daban a luz, a veces podían escapar de sus captores, pero generalmente a costa de dejar a su hijo atrás con pocas esperanzas de volver a ver al niño. De nuevo en Birmania, las sobrevivientes luchan por superar el trauma y el estigma mientras intentan reconstruir sus vidas. Hay muy pocos servicios para sobrevivientes de la trata, y las pocas organizaciones que brindan asistencia desesperadamente necesaria no pueden atender todas sus necesidades.
Muchas de las sobrevivientes entrevistadas se encontraban entre las más de 100.000 personas internamente desplazadas por los combates en Kachin y los estados norteños de Shan que afrontan situaciones desesperadas en los campamentos. El gobierno de Birmania ha bloqueado en gran parte el acceso de la ayuda humanitaria a los campamentos, algunos de los cuales están bajo el control de la oposición, la Organización de Independencia Kachin. Las mujeres a menudo son las únicas que ganan el sustento, mientras los hombres luchan en el conflicto. Esto hace que las mujeres y las niñas sean vulnerables a los traficantes, quienes las venden a familias chinas que pasan apuros por encontrar novias para sus hijos debido al desequilibrio de género en China como consecuencia de la antigua “política de hijo único” en el país.
El porcentaje de mujeres en la población china ha disminuido constantemente desde 1987, y la brecha de género entre hombres y mujeres de entre 15 y 29 años está creciendo. Los investigadores estiman que China tiene entre 30 y 40 millones de “mujeres desaparecidas”, que deberían estar vivas hoy pero que no existen debido a la preferencia por los niños, exacerbada por la “política de hijo único” vigente desde 1979 hasta 2015, y las continuas restricciones de China a los derechos reproductivos de las mujeres.
Algunas familias deciden resolver la escasez de mujeres en edad de contraer matrimonio comprando mujeres o niñas traficadas. Es difícil estimar el número total de mujeres y niñas que son traficadas como novias a China, pero el gobierno de Birmania reportó 226 casos en 2017. Expertos en el tema dijeron a Human Rights Watch que creen que el número real sea probablemente mucho mayor.
Agentes del orden en China y Birmania, entre ellos funcionarios de la Organización de la Independencia Kachin, han hecho pocos esfuerzos para recuperar a las mujeres y niñas víctimas de la trata, según Human Rights Watch. Las familias que recurrieron a la policía en busca de ayuda fueron repetidamente ignoradas y, a menudo, les dijeron que tendrían que pagar para que la policía actuara. Mujeres y niñas que lograron escapar y acudieron a la policía china a veces fueron encarceladas por violar las leyes de inmigración en lugar de ser tratadas como víctimas de un delito.
“Los gobiernos de Birmania y China, así como la Organización de la Independencia Kachin, deberían hacer mucho más para prevenir el tráfico, rescatar y ayudar a las víctimas y enjuiciar a los traficantes”, dijo Barr. “Los donantes y las organizaciones internacionales deberían apoyar a los grupos locales que realizan el arduo trabajo que los gobiernos no están haciendo para rescatar a las mujeres y niñas víctimas de la trata y ayudarlas en su recuperación”.