La segunda edición de las 30 Maravillas de Honduras, edición Bicentenario, rindió tributo a la gastronomía catracha, mediante la selección de cinco platillos y una bebida que son orgullo nacional.
Para el presidente de la Asociación Gastronómica de Honduras (AGHAS), Kenneth Rivera, Honduras tiene mucho que ofrecer en materia de turismo, gastronomía, aventura y más.
Y eso se reflejó en las 1.530 nominaciones para el concurso que organizó el Gobierno de Honduras para seleccionar las nuevas Maravillas de Honduras.
“Nosotros estamos muy contentos por esta iniciativa de las 30 Maravillas de Honduras en su segunda edición”, expresó durante el proceso de votaciones en línea, que motivó a 1 millón 300 mil personas a escoger sus maravillas.
Karen Palencia, quien es parte del equipo de la Fundación Aire, que coordinó el proyecto de las 30 Maravillas de Honduras, destacó que desde el inicio hubo bastante motivación por las comidas, desde las nominaciones hasta las votaciones.
En total, la población nominó a 22 platillos.
Así, la baleada, la semita, los nacatamales, la sopa de caracol, las tustacas y rosquillas de Sabanagrande y la bebida Copán Dry fueron seleccionadas entre hondureños y extranjeros mediante dicho concurso.
Resaltando el sabor
Estas seis maravillas que resaltan el sabor catracho, representan el orgullo de regiones como la costa norte con la baleada y la sopa de caracol, que también es un orgullo del Golfo de Fonseca; el occidente, con el refresco embotellado Copán Dry, y el centro del país con las tustacas y rosquillas de Sabanagrande.
Mientras tanto, los nacatamales y las semitas enorgullecen a los hondureños en todos los rincones del país.
Las seis muestras de gastronomía catracha de la segunda edición de las 30 Maravillas de Honduras se suman a los choros, el king crab, la horchata y el café, las maravillas gastronómicas de la primera edición realizada hace diez años.