La razón principal por la que un alto porcentaje de hondureños no están interesados en aplicarse la vacuna contra el coronavirus es porque creen que la vacuna puede ser insegura debido a los efectos adversos que dan a conocer los medios de comunicación locales y a nivel mundial.
Aunque los efectos sean improbables, el argumento se posiciona por el bombardeo informativo en la redes sociales y sitios que se dedican a desprestigiar las vacunas.
Otros no están interesados en la vacuna porque no creen que la misma sea suficientemente efectiva. Sumados a estos están los que ya estuvieron contagiados con el virus y se recuperaron, motivo por el que no les interesa inmunizarse.
Por éstas razones es que el equipo técnico consultor de la secretaria de salud a expuesto a las altas autoridades del sistema sanitario y al presidente de la República que el estado debería planificar un programa de vacunación casa a casa, para encontrar a los antivacunas y a los indiferentes tal como ocurre con los programas de vacunas para la influenza y otras.