Cifras no oficiales estiman que debido a la pandemia del COVID 19 que afecta a la población, así como los fenómenos naturales ETA e IOTA que azotaron el país, a finales del 2020, alrededor de 900,000 sería la cifra de niñas, niños y adolescentes que trabajan en Honduras, lo cual les estaría privando, a un alto porcentaje de ellos, de su derecho a la educación y al esparcimiento.
Hasta antes de la pandemia del COVID 19 y del azote de los fenómenos naturales recientes, el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) estimaba en 400,000 las niñas, niños y adolescentes que trabajaban en el país y que el 61% de ellos se dedicaban únicamente a esa actividad.
El ente estatal considera que, el 67% de la niñez trabajadora se concentra en el área rural y el 33% restante lo hace en el área urbana, de los cuales, el 74% son niños y el 26% niñas. Se considera que en Honduras la mayor parte del trabajo infantil se concentra en el sector agrícola.
Añade que hay un alto porcentaje que no estudian ni trabajan, lo que se constituye en un importante sector de menores de 18 años, que son propensos a la migración, a la trata de personas y al reclutamiento por parte de las pandillas o maras.
La Comisionada Nacional de los Derechos Humanos, Blanca Izaguirre, considera que el trabajo infantil es una violación a los derechos humanos fundamentales, ya que priva a la niñez de su derecho a la educación, a la recreación y a su desarrollo integral. Los expone a todo tipo de abusos, violencia y peligro.
Indicó que la pandemia del COVID-19 y el impacto de los efectos meteorológicos de ETA e IOTA afectaron notablemente el incremento de la pobreza, así como el acceso y permanencia en el sistema educativo, dos de los objetivos de desarrollo sostenible estrechamente relacionados con la erradicación de trabajo infantil.
Advirtió que, en el contexto actual, con la pérdida generalizada de puestos de trabajo e ingresos y la inseguridad económica en las familias, eso tendrá repercusiones directas en la niñez e incrementará diversas situaciones como el aumento del trabajo infantil y sus peores formas.
En su criterio, las cifras son alarmantes y van en aumento, lo cual significa que la raíz del problema no está siendo erradicada y no se le está dando respuesta que amerita.