La inseguridad alimentaria se agudizará en Honduras Colombia y Haití

El impacto económico de la pandemia de COVID-19, la inestabilidad política y social, la crisis migratoria y de desplazados, la inseguridad y la falta de lluvias destacan entre los factores que generarán más hambre en esos países, prevé un informe de la ONU.

El informe Focos de Hambre, publicado este jueves, advierte que el hambre ganaría terreno en Colombia, incluyendo a los migrantes venezolanos, debido una la combinación de la inestabilidad política, el impacto de la pandemia de COVID-19, la crisis migratoria regional y el desplazamiento interno.

De acuerdo con el estudio de necesidades humanitarias de 2022, 7,3 millones de colombianos precisarán asistencia alimentaria este año y hasta julio de 2021 había 1,1 millones de migrantes venezolanos en el país en situación de inseguridad alimentaria, aunque reporta que esto ha mejorado ligeramente.

El texto también subraya que ha aumentado el número de migrantes venezolanos, que en agosto pasado llegaban a 1,8 millones acogidos en Colombia y adelanta que esa cantidad podría crecer.  A ese colectivo se aúnan las personas en tránsito de América del Sur y el Caribe hacia el norte del continente.

En el terreno político, el documento refiere los retrasos en la implementación del acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y los grupos armados no estatales, que ha provocado violencia y nuevos desplazamientos masivos que podrían crecer por el malestar social y los posibles baches económicos a lo largo de las campañas electorales en curso.

Señala que la pandemia ha amplificado la desigualdad y apunta que el alto nivel de la inflación seguirán afectando el poder de compra de las familias pobres.

La FAO y el PMA señalaron que el acceso de la asistencia humanitaria a Colombia es muy restringido y proyecta que empeore en las zonas afectadas por el conflicto.

Para afrontar el problema, el informe recomienda medidas como las transferencias de efectivo y la asistencia alimentaria tanto para los migrantes venezolanos como para las comunidades de acogida, así como la distribución de insumos agrícolas y el establecimiento de áreas para la producción rápida de alimentos, atención médica veterinaria, apoyo a la producción de forraje y ayuda para preservar los medios de vida.

Honduras

La poca precipitación acumulada en 2021 por lluvias debajo del promedio en octubre y noviembre de 2021, y la crisis derivada de la pandemia son los dos principales motivos de un empeoramiento de la inseguridad alimentaria en los meses por venir en Honduras, sobre todo en el Corredor Seco del país, donde las familias más pobres necesitarán asistencia humanitaria.

Aunque la producción de maíz disminuiría sólo un 3% en comparación con la media de los cinco años anteriores, la reducción de 60% que se espera en la producción de sorgo afectaría los medios de vida agrícolas.

Además, el Banco Mundial el 32% de las personas empleadas perdió o abandonó su trabajo como resultado de las perturbaciones derivadas de la pandemia.

En la arena política, el estancamiento en el Congreso y la desconfianza generalizada en las instituciones públicas sería un desafío para el nuevo gobierno y obstaculizaría sus políticas de combate a la pobreza.

Las agencias de la ONU recomiendan ampliar la cobertura y calidad de los programas nacionales de alimentación escolar, brindar asistencia de emergencia a las poblaciones más vulnerables para que reparen sus medios de subsistencia y produzcan alimentos, impulsar los mercados locales y ampliar la duración de la asistencia alimentaria y las transferencias de efectivo.