Cardenal Rodríguez: “La vida no se nos ha dado para hacer dinero y consumir, sino para hacernos hermanos”

Por Delfina Lagos (Suyapa Medios)

El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga al iniciar la homilía se refirió que los discípulos se acercan a Jesús para decirle: “Despide a la gente para que vayan a las aldeas a buscar alojamiento y comida”.  Pero Jesús no comparte su deseo, Jesús tiene otra visión de la realidad. Por eso, les contesta: “Denles ustedes de comer”. La propuesta de los discípulos se reviste de sentido común: hablan de lo poco que tienen y de la necesidad de comprar. Sus categorías son las de la sociedad injusta que Jesús cuestiona. “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos a comprar”, refirió.

El Jerarca católico añadió que el problema del pan para todos es problema nuestro, no solo de los hambrientos. El esquema del comprar crea afortunados y desafortunados: algunos tienen mucho, demasiado, otros poco, otros nada. Necesitamos pasar del comprar al compartir. Actualmente hay millones de seres humanos que se acuestan todas las noches con hambre, enfatizó

Conciencia

Rodríguez Maradiaga dijo que, necesitamos concientizar a los que ejercen poder y las finanzas para que hagan lo posible por darle también a la gente, trabajo o una oportunidad para que desarrollen sus capacidades y también, abrirles horizontes de esperanza. El neoliberalismo globalizado, por afán del beneficio rápido y desmedido, desintegra culturas y religiones. Jesús no despide a la gente, sino que mandan que se sienten en grupos.

Asimismo dijo, que no es posible reconocer sinceramente a Dios, como Padre de todo y fuente de nuestros bienes y seguir acaparándolos egoístamente, desentendiéndonos de los pueblos hambrientos y de los que viven hundidos en la miseria. La vida no se nos ha dado para hacer dinero y consumir compulsivamente, sino para hacernos hermanos y hermanas.  

Solidaridad

El Cardenal hondureño subrayó, la importancia de la solidaridad humana para resolver problemas que parecen no tener solución. Sin solidaridad hay cuestiones que nunca se solucionarán. Sí, el Evangelio de hoy nos invita a “globalizar” la solidaridad, el amor y el compartir. Dios quiere que todos vivan y puedan alimentarse hasta saciarse. La multiplicación de los panes no es una cuestión de magia o de prestidigitación, sino de solidaridad. Concluyó.