por World Energy Trade
Desde la década de 1980, la capacidad y la generación de energía nuclear en Estados Unidos se han mantenido prácticamente estables. En la actualidad, el parque de reactores nucleares del país sólo produce el 19% de la electricidad del país, según la Administración de Información Energética del gobierno.
En tiempos más recientes, el accidente de Fukushima Daiichi en Japón en 2011 -y a principios de este año la toma de centrales nucleares en Ucrania por parte de las fuerzas invasoras rusas- han aumentado la preocupación del público.
a pesar de su tensa historia de origen y del efecto psicológico de los accidentes de gran repercusión, la energía nuclear está siendo objeto de una segunda mirada.
Esto se debe en gran medida a que la energía nuclear es una energía limpia, que no emite gases de efecto invernadero. Mientras tanto, el mundo está viendo más efectos del cambio climático, como el aumento de las temperaturas globales, el incremento de la contaminación, los incendios forestales y las tormentas más intensas y mortales.
Últimamente el interés por la energía nuclear está resurgiendo. China se ha comprometido a construir 150 nuevos reactores en los próximos 15 años, el gobierno de Biden está invirtiendo 6.000 millones de dólares en salvar los reactores nucleares con problemas financieros, y la Comisión Europea ha declarado que algunas inversiones en energía nuclear serán calificadas como «verdes».
Esta repentina prisa por apoyar la energía nuclear quizá no sea sorprendente si se tiene en cuenta que la hoja de ruta de la AIE para lograr emisiones netas cero en 2050 preveía que la generación de energía nuclear se duplicara. A pesar de esa hoja de ruta, la energía nuclear ha luchado por ganar apoyo.
A nivel mundial, la energía nuclear representó el 10% de la generación de electricidad en 2021, frente al 17% de 2000. Sin embargo, experimentó un aumento del 4% respecto al año anterior, añadiendo 100Twh para alcanzar un total de 2.736 TWh. Parece que la energía nuclear podría estar al borde de un renacimiento, y la invasión de Rusia en Ucrania podría acelerarlo.