RECADO DE «UN SEÑOR ABOTAGADO DE MÚSICA CLÁSICA EUROPEA» PARA CARLA LARA

Por. Jubal Valerio Hernández.

Nuestro enérgico reclamo por el ultraje que se hiciera al Himno Nacional de Honduras, por parte de la cantante popular Carla Lara, la impulsó a arremeter en contra de los que alzamos nuestra voz de protesta, acusándonos de una y mil faltas y pecados.

Nos ocuparemos, de manera sucinta, de un par de los argumentos que ella esgrime a su favor. Por ejemplo, ella considera que nuestro Himno Nacional fue elaborado por los representantes de una élite europeizante: Augusto C. Coello y Carlos Hartling

El canto a la patria del joven poeta Coello, no es una alabanza a ultranza de la conquista española. Es, más bien, un repaso de nuestra historia, que él plasma en sus bien escritas estrofas. Eso, lo sabemos todos los que hemos pasado por las aulas primarias y secundarias de nuestro sistema educativo.

La música que compuso «el alemán» Carlos Hartling, ya era cantada por nuestros niños, aun antes de que fuera declarada oficialmente como tal. ¿Que el señor Hartling era europeo? ¿Dónde está el pecado? El autor de la música del Himno Nacional de la República de El Salvador, el maestro Juan Aberle, era de origen italiano. En ella se aprecia la influencia de Gioachino Rossini, en su vibrante fanfarria introductoria. (Tomada de la obertura de la ópera «Guillermo Tell»). La parte del solo, atiene mucha similitud con la Marcha de Coronación, de la ópera «El Profeta», del compositor francés Giacomo Meyerbeer, Nadie protesta por eso en El Salvador. El pueblo salvadoreño, se siente orgulloso de su hermoso himno y nadie ha osado, hasta ahora, en cambiar su música.

Es fácil arremeter contra los compositores europeos, en un escrito sesgado por motivos ideológicos, pero no se puede ignorar su presencia e influencia en la música latinoamericana. Si el gran compositor brasileño HEITOR VILLALOBOS, por ejemplo, no hubiera abrevado en las formas musicales cultivadas por Juan Sebastian Bach, no hubiese sido capaz de componer sus famosas Bachianas Brasileiras, Y así, podríamos mencionar a otros grandes compositores nacionalistas latinoamericanos, tales como Silvestre Revueltas, Carlos Chávez y Manuel M. Ponce en México y a Alberto Ginastera en Argentina. Ellos viajaron a Europa a aprender de los músicos de ese continente y después volvieron a sus países de origen, a desarrollar sus grandes composiciones de corte nacionalista.

Tal pareciera, que aquí hay personas interesadas en impulsar un movimiento como el de la tristemente celebra «Revolución Cultural» impuesta en China en 1968 por Mao Tse Tung. en la que se condenaba todo vestigio del arte occidental, que resultó en un completo fracaso y produjo una involución en el proceso cultural chino, del que fue dificil recuperarse.

La nueva dirigencia china, ahora envía a sus mejores talentos artísticos a formarse en los más calificados conservatorios de Europa y Estados Unidos, con resultados esplendorosos, como lo demuestran los pianistas LANG LANG YYUJA WANG.

En lo personal, no me considero «un señor abotagado de música clásica europea», como pretende etiquetarme Carla Lara. Abotagado es sinónimo de «hinchado». La única vez que he estado en esa condición, fue cuando me dio el chicunguya, que ni abrir los ojos podía. En todo caso, me siento HENCHIDO (lleno) de fervor patriótico y seguiré luchando porque se respete la integridad de nuestro Himno Nacional.

Mi amor por la música no tiene fronteras. Mi interés por divulgar las obras musicales de los compositores latinoamericanos, lo he dejado demostrado con mis Conferencias Recitales dedicados a grandes creadores, como Teresa Carreño de Venezuela, Silvestre Revueltas y Manuel M. Ponce de México y, más reciente- mente, el dedicado a los compositores cubanos Ignacio Cervantes y Ernesto Lecuona, que contó con el respaldo de la Embajada de Cuba en Honduras y la Asociación de Amistad Honduras Cuba. Tampoco formaría parte del conjunto vocal instrumental «CANTARES DE MI TIERRA», que dirige el maestro Luis Enrique Godoy y se dedica a la divulgación del folclor musical hondureño y de las obras musi cales de nuestros compositores. Así, que ese calificativo me tiene sin cuidado.

Si el repertorio musical europeo que inter- pretan nuestras orquestas sinfónicas fuera eli- minado, siguiendo esta tesis ideologizada, nos quedaríamos sin conciertos.

Para finalizar, debo declarar que no tengo interés a en ver a Carla Lara tras las rejas. Me interesa más, que desista en su propósito de ultrajar la letra y música de nuestro Himno Nacional. Para salir airosa de esta penosa situación, bien haría en disculparse públicamente con los descendientes de don Augusto C. Coello y don Carlos Hartling, quienes se encuentran justamente ofendidos, por su transgresión a la obra literaria y artística de sus ancestros.