La migración de personas debe ser un asunto de primer orden en la agenda de los Estados

Las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos reunidas en Tegucigalpa, se pronunciaron, sobre los riesgos que a diario enfrentan las personas migrantes en su tránsito hacia los Estados Unidos, por lo que hicieron una declaración conjunta declaramos y recomendaciones sobre el tema.

Contenido del Comunicado.

El 27 de junio conocimos de la trágica noticia de la muerte de más de medio centenar de personas migrantes originarios de México, Guatemala y Honduras que viajaban en condiciones inhumanas en un tráiler en el sur de la ciudad de San Antonio Texas.

Lo ocurrido en San Antonio Texas, es el fiel reflejo que, por las políticas migratorias crueles e inhumanas, las personas migrantes, en la búsqueda de mejores oportunidades que les permitan satisfacer sus necesidades básicas, se ven obligados a tomar rutas cada vez más peligrosas poniendo en riesgo su integridad física y la vida.

A lo ocurrido el pasado lunes, se suman los miles de migrantes que han desaparecidos en la ruta migratoria, los que han perdido la vida violentamente o han quedado en condición de discapacidad permanente. También son incuantificables los casos de personas que han caído en las redes de bandas criminales. Niñas y mujeres víctimas de violación y de trata.

La migración de personas debe ser, hoy, un asunto de primer orden en la agenda de los Estados, organismos internacionales y de la sociedad civil, que se enfrentan al desafío de encontrar un equilibrio entre la adecuada protección de los derechos humanos de la población migrante y la necesidad de ordenar y regular los flujos migratorios.

Condenamos el hecho ocurrido en San Antonio Texas que dejo más de medio centenar de personas muertas originarias de México, Guatemala y Honduras. Nos solidarizamos con las familias de las víctimas y exigimos justicia, mediante una investigación efectiva y eficiente que permita identificar si hay culpables y se les aplique un castigo ejemplar.

Instamos a los Estados a no criminalizar la migración de personas, en su lugar, se deben proteger sus derechos humanos y atender humanitariamente a las personas en contexto de migración.

Recordamos a los Estados, la urgente necesidad de trabajar unidos para encontrarle solución a las causas estructurales de los fenómenos migratorios como: la pobreza, la violencia, el desempleo, la inseguridad y la exclusión social.