La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su preocupación por el incremento de personas que se vieron forzadas a salir de Nicaragua y solicitar protección internacional en el contexto de la grave crisis de derechos humanos que persiste en el país. La CIDH llama a los Estados de la región a adoptar medidas que aseguren la protección integral a todas las personas de Nicaragua en contextos de movilidad que huyen de la crisis, inseguridad y violencia.
Durante el transcurso del presente año, la CIDH recibió información sobre el incremento de personas nicaragüenses en desplazamiento forzado debido a la intensificación de la represión y el clima de temor y persecución que se mantiene en el país en contra de todas las personas consideradas como opositoras al gobierno.
Según información pública, hasta octubre de este año, el Estado costarricense recibió al menos 39 mil nuevas solicitudes de refugio por parte de personas de Nicaragua, con un notable incremento a partir de mayo. Por su parte, de acuerdo con información del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos de América (CBP en inglés), durante el 2021, el número de personas que intentó ingresar a dicho país fue de 50.722, que corresponde a un incremento de 1500% en comparación con los datos del 2020. Asimismo, según datos registrados por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde el inicio de la crisis en abril de 2018, más de 110 mil personas se habrían visto forzadas a huir de Nicaragua y solicitar protección internacional.
A partir de los testimonios y la información recibida por el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), la CIDH observa que, en muchos casos, las personas desplazadas de manera forzosa habrían sido víctimas de amenazas directas de detención por agentes de la Policía Nacional o simpatizantes del gobierno.
En otros casos, muchas de ellas indicaron vivir en un clima de temor y zozobra por la constante presencia de agentes de la Policía Nacional en sus domicilios, actos de seguimiento y vigilancia, e inclusive la negativa para trasladarse a otros departamentos.
Asimismo, entre los principales grupos que han huido de Nicaragua se encuentran: personas defensoras de derechos humanos y periodistas; estudiantes que participaron en las movilizaciones de abril de 2018; representantes legales de personas privadas de la libertad; trabajadoras de la salud opositores a las políticas del gobierno; personas excarceladas bajo la ley de Amnistía en 2019; familiares de personas detenidas o asesinadas en el contexto de la crisis; y, en general, líderes y lideresas políticas y de movimientos sociales que fueron amenazadas ante la continuación de las detenciones arbitrarias en el país.