El hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, fue condenado hoy a cadena perpetua por un delito de narcotráfico y, además, a 30 años de cárcel por posesión ilegal de armas.
El tribunal del sur de Nueva York, que lo declaró culpable en marzo de 2021, lo obliga además a pagar 151 millones de dólares de multa tras encontrarlo responsable de traficar 5.000 kilos de cocaína hacia Estados Unidos.
En su último turno de palabra, antes de oír la sentencia, Fuentes, de 52 años y detenido en 2020 en Miami cuando intentaba escapar de Estados Unidos, se echó a llorar, defendió su inocencia y dijo que la Fiscalía había “fabricado” las pruebas contra él.