Tenía motivos el Chelsea para estar preocupado… y no sólo por el brote de COVID-19. El vigente campeón de la Champions veía cómo, poco a poco, se le escapaba la Premier. Pasó de ser líder con cinco puntos de ventaja en la 10ª jornada a ser tercero a seis puntos de los ‘cityzens’.
Sin embargo, la victoria ante el Aston Villa (1-3) puede suponer un punto de inflexión para los ‘blues’. La cosa tampoco pintaba bien en Villa Park, pero la entrada de Romelu Lukaku en el descanso, con 1-1, lo cambió todo.
«El Chelsea necesitaba chispa y eso es lo que trajo. En el primer tiempo eran incapaces de atacar rápido y el entrenador se rascaba la cabeza pensando ‘¿qué hago?’. Defender a Pulisic fue demasiado fácil para Mings y Konsa, pero cuando Mings chocó contra su portero un minutos después de la entrada de Lukaku sabía que iba a ver pelea», confesó Jamie Redknapp a ‘Sky Sports’.
Lukaku, mientras tanto, manda un aviso a Manchester City y Liverpool: «Ahora somos los cazadores y vamos a pelear cada partido como si fuera una final».