El jueves, el ministro de Sanidad de Sudáfrica, Joe Phaahla, informó que los científicos de la Red de Vigilancia Genómica del país descubrieron una nueva variante de covid-19.
Actualmente se denomina B.1.1.529.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasificó como «variante bajo vigilancia».
El 18 de diciembre de 2020, se detectó en Sudáfrica la variante B.1.351, también llamada beta.
Sin embargo, con B.1.1.529, los científicos dijeron que tiene un número inusualmente alto de mutaciones, con más de 30 en la proteína clave de la espiga.
Tulio de Oliveira, director del Centro de Respuesta Epidémica e Innovación (CERI), dijo que esta variante tiene «muchas más mutaciones de las que esperábamos». Y afirmó que se está extendiendo rápidamente, por lo cual esperan ver presión sobre el sistema sanitario en las próximas semanas.
De Oliveira aconsejó a las personas que eviten los eventos de superpropagación.
Las autoridades sudafricanas expresaron preocupación por que la mutación pueda llevar a una evasión inmunitaria y a una mayor transmisibilidad.
Sin embargo, dijeron que es demasiado pronto para saber el impacto de esas mutaciones sobre la eficacia de las vacunas contra el covid-19.
Se necesitarán más estudios para conocer la gravedad clínica de la variante con respecto a las demás detectadas.
Aunque los científicos no tienen claro exactamente dónde se originó la nueva variante, esta ya se ha detectado en varias zonas.
De acuerdo con Phaahla, B.1.1.529 se ha detectado en Sudáfrica, Botswana y en un viajero a Hong Kong procedente de Sudáfrica.
El viernes, el Ministerio de Salud de Israel anunció que ya fue detectado el primer caso de la nueva variante en el país. El caso es de una persona que regresaba a Israel desde Malawi.
Están esperando resultados en las pruebas de otras dos personas de quienes se sospecha podrían estar infectadas. El ministerio dice que las tres personas estaban vacunadas.