Por. El Cronista / Arg.
Tras menos de dos meses al frente del gobierno del Reino Unido, este jueves la primera ministra Liz Truss anunció su renuncia: así lo hizo en una conferencia de prensa llevada a cabo frente a Downing Street.
Truss sufría presiones para dimitir desde hace semanas, con su propio partido -el Conservador- criticando su asunción al poder tras la salida de Boris Johnson, quién le pasó el mando a Truss en septiembre, pocos días antes del fallecimiento de la Reina Isabel II.
Así, este miércoles la primera ministra habló al país en una conferencia de prensa en la que anunció que ya le informó al Rey Carlos III -sucesor de Isabel II- su renuncia como titular del Partido Conservador, lo que implica su salida a la cabeza del gobierno.
Para explicar su decisión, Truss se refirió al contexto de «gran inestabilidad económica e internacional» en el que asumió hace menos de dos meses, el 6 de septiembre de este año, y manifestó que, frente a esto, «no puede cumplir el mandato por el que fue electa por el Partido Conservador».
La primera ministra subrayó que el Reino Unido se ve frenado por un bajo crecimiento económico desde hace ya «demasiado tiempo», por lo que ella fue elegida por su partido para «cambiar esto».
Sin embargo, ahora admite que no puede cumplir con esto pese a que su gobierno estableció una visión para una «economía de alto crecimiento con impuestos bajos».
La crisis del gobierno de Truss comenzó tras la presentación del Presupuesto 2023 de su primer canciller, Kwasi Kwarteng, quién asustó a los mercados con los acotados números que compartió el 23 de septiembre pasado.
Desde ese momento y hasta la actualidad, la confianza en la gestión de Truss ha caído en picada, con el Partido Conservador inquieto y furioso por su incapacidad de generar estabilidad y certidumbre.