A principios de junio del 2022 la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, aseguró que en la muerte del joven Wilson Pérez Hernández no hubo signos de tortura y tampoco se trató de una ejecución extrajudicial.
Pérez Hernández fue identificado en esa fecha como el agresor de una agente policial durante el partido de la gran final del fútbol hondureño entre Real España y Motagua. Según algunas versiones, la muerte de Pérez Hernández fue por venganza y una ejecución extrajudicial.
Familiares y amistades del joven, en ese tiempo, exigían justicia, al señalar que miembros de la Policía lo asesinaron con alevosía y que Pérez Hernández fue torturado y luego le quitaron la vida.
Del mismo modo, organizaciones de derechos humanos demandaban una exhaustiva investigación, al trascender imágenes en redes sociales donde se ve el cadáver del joven con las uñas de sus manos arrancadas y mutilada su lengua.
Al respecto, la funcionaria negó tales argumentos y aseveró que no existió ninguna acción fuera de la vía judicial.