Para evitar la desinformación, se necesita regular las plataformas digitales.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura subrayó este jueves la urgente necesidad de establecer pautas mundiales comunes para mejorar la fiabilidad de la información en línea, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos.
Este es una de las reflexiones que produjo la Conferencia Internet de confianza, que tuvo lugar en la sede del organismo en París, entre el martes y este jueves, y que contó con la asistencia de 4300 participantes que debatieron las posibles medidas reguladoras a la actual crisis de la información en línea.
«La disolución de los límites entre lo verdadero y lo falso, la negación orquestada de los hechos científicos, la propagación de la desinformación y las teorías de conspiración: todo esto no se originó en las redes sociales. Pero, a falta de regulación, proliferan allí mucho mejor que la verdad», advirtió la directora general de la UNESCO en su discurso inaugural.
Audrey Azoulay destacó que «sólo tomando plenamente las riendas de esta revolución tecnológica podremos asegurarnos de que no sacrifica los derechos humanos, la libertad de expresión y la democracia. Para que la información siga siendo un bien común, debemos reflexionar y actuar ahora, juntos».
La Conferencia representa el punto culminante de un diálogo mundial que inició la agencia de la ONU con el objetivo de crear las primeras directrices mundiales para la regulación de las redes sociales, a fin de mejorar la fiabilidad de la información y promover los derechos humanos en línea.