El presidente Juan Orlando Hernández informó en cadena de radio y televisión que en las próximas semanas se espera vacunar un total de 600.000 jóvenes de 12 a 14 años contra la covid-19 y anunció para noviembre la tercera dosis para el personal sanitario de primera línea y otros segmentos expuestos.
“La vacunación de estos jóvenes nos permite alcanzar un doble propósito; uno es poder ir a los centros educativos a vacunar prácticamente en sus pupitres a cada joven, pero también poder vacunar a los maestros y a sus padres o abuelos que se han quedado rezagados”, explicó Hernández.
Asimismo, informó que a la fecha en su Administración se ha superado la marca de los 5.5 millones de hondureños con una o dos dosis de vacunas anticovid.
Hernández exhortó a la población a no confiarse y a seguir cumpliendo con las medidas de bioseguridad para reducir los casos de covid-19 a nivel nacional
A continuación, el discurso íntegro del presidente Juan Orlando Hernández
El día de hoy arrancamos oficialmente a nivel nacional la vacunación de niños entre 12 y 14 años contra el covid-19.
Es el segmento más joven de los hondureños que hasta el día de hoy recibe la vacuna.
Según el Censo Nacional hay alrededor de 600.000 jóvenes entre estas edades a los que esperamos vacunar en las próximas semanas.
La vacunación de estos jóvenes nos permite alcanzar un doble propósito; uno es poder ir a los centros educativos a vacunar prácticamente en sus pupitres a cada joven, pero también poder vacunar a los maestros y a sus padres o abuelos que se han quedado rezagados en anteriores jornadas y que son los que deben acompañarlos para poder ser beneficiados contra vacuna.
Poder llegar a estos jóvenes trae una enorme tranquilidad a nuestros hogares, porque las nuevas variedades del covid, a diferencia de las primeras versiones, sí atacan a los menores de edad con la misma agresividad que a los adultos y nos los pueden arrancar de nuestras vidas a una muy temprana edad.
Sin embargo, vimos durante la jornada de jóvenes de entre 15 y 17 años que en hogares donde los adultos no se han vacunado, por cualquier motivo, los jóvenes tampoco son protegidos, lo cual nos parece una lástima, que por una decisión de los padres se ponga en peligro la vida de sus hijos menores.
La vacuna salva vida. Está claro que la gran mayoría de las personas que siguen muriéndose en el país son las que no se vacunan, como sucedió por ejemplo lastimosamente el fin de semana con una enfermera.
¿Se acuerdan de cómo se morían nuestros médicos y enfermeras en los primeros meses del año?
Esas muertes se han reducido casi a 0 gracias a que el personal de salud se vacunó y con la tercera dosis para ellos, que según los expertos debe colocarse 6 meses después de la segunda dosis, en el caso de Honduras en noviembre, vamos a tener aún más cubierto a este sector de la población que puso y sigue poniendo en riesgo su vida para salvar la nuestra; a cambio de ese sacrificio, lo que debemos hacer el resto de la población es seguir cuidándonos y ponernos la primera o segunda dosis cuando nos corresponda.
Ya superamos la marca de los 5.5 millones de hondureños con una o dos dosis. ¿Se acuerdan? Nuestra meta inicial era 5.4 millones cuando la vacuna era sólo para mayores de 18 años; pues ya la superamos. Pero como ahora también vacunamos a embarazadas y niños de entre 12 y 17 años, la comunidad científica está a punto de aprobar la vacuna para niños de entre 5 y 12 años, que obligará a un replanteamiento también de esta meta; estamos listos para cumplir esa tarea también cuando se nos autorice.
Lo importante es que vacunas tenemos; hemos recibido más de 7.6 millones de dosis y tenemos firmado contrato con Pfizer para seguir recibiendo por lo que resta del año casi 5 millones de dosis más, que nos asegura cubrir todas nuestras necesidades futuras, incluso de una tercera dosis para los segmentos más expuestos a la enfermedad o los de más alto riesgo por su condición física o de salud.