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Paul Pelosi, el esposo de la presidente de la Cámara de Diputados de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, demócrata por California, vendió el 27 de julio unas 25.000 acciones que poseía de Nvidia justo antes que el Congreso aprobara una restricción a las ventas de la compañía en China y Rusia.
La empresa fabricadora de semiconductores perdió así su segundo y quinto mercado más grande del mundo, lo que llevó a que su acción caiga un 32,5% en su valor, desde la fecha en que Pelosi descargó las acciones en el mercado.
Cabe aclarar que Pelosi es un financista de Wall Street quien maneja todas las inversiones tanto suyas personales como las de su mujer, Nancy Pelosi, a través de su financiera Financial Leasing Services, Inc.
Ahora, la oposición republicana acusa a Nancy Pelosi de estar compartiendo información privilegiada a su marido, para que pueda operar sin perder dinero en la Bolsa de Nueva York. Según el bloque republicano, la idea de prohibir a Nvidia había sido concebida algunos días antes de que Paul vendiera sus acciones, y que Nancy sin lugar a dudas sabía ya que provino de su oficina la idea.
En Estados Unidos existen leyes en contra de las operaciones bursátiles con información privilegiada pero rara vez se aplican. Es extremadamente difícil de demostrar que Paul decidió vender las acciones porque su mujer le dijo que Nvidia sería golpeada por regulaciones del Congreso, y no simplemente porque decidió venderlas como tantas otras operaciones en la bolsa que hace día a día.
Incluso Paul Pelosi puede justificarse con que perdió plata en la operación, ya que vendió las acciones a 165,05 dólares cada una, pero las había había comprado a 178,71 dólares cada una, lo que significó una pérdida para su cartera de 341.365 dólares, según el sitio web financiero Capitol Trades, que sigue de cerca todas las operaciones bursátiles de los congresistas.
Pero hay que tener en cuenta que después de la venta la acción se desplomó y actualmente cotiza a 137,14 dólares cada una, por lo que Paul Pelosi en realidad evitó una pérdida personal de 1,1 millones de dólares, casi el triple de la venta que se perdió.