por EFE, La Prensa Gráfica
El descubrimiento de una nueva variante del coronavirus provocó escalofríos en gran parte del mundo el viernes, haciendo que varias naciones se apresuraran a restringir los viajes aéreos, que los mercados se desplomaran y que los científicos sostuvieran reuniones de urgencia para sopesar los riesgos exactos, que eran en gran parte desconocidos.
La Organización Mundial de la Salud clasificó el viernes la nueva variante del COVID-19 como virus altamente transmisible y preocupante. La OMS la denominó “Omicron”.
Los expertos médicos, incluida la OMS, advirtieron contra cualquier reacción desproporcionada antes de que se entienda mejor la variante que se originó en el sur de África, pero un mundo nervioso temía lo peor casi dos años después de que surgiera el COVID-19 y desencadenara una pandemia que ha matado a más de 5 millones de personas en todo el mundo.
El secretario de Salud británico, Sajid Javid, dijo a los legisladores que la nueva versión puede ser más transmisible que la variante delta y hacer que las vacunas sean menos efectivas. “Debemos actuar con rapidez y lo antes posible”, dijo Javid.
No había indicios inmediatos de si la variante causa una enfermedad más grave. Al igual que con otras variantes, algunas personas infectadas no muestran síntomas, dijeron expertos sudafricanos.
La Unión Europea impuso una prohibición temporal a los vuelos desde el sur del continente africano, mientras que las acciones se desplomaron en Asia, Europa y Estados Unidos. El promedio industrial Dow Jones cayó más de 1.000 puntos y el S&P 500 bajó 2,3%. El precio del petróleo se desplomó casi 12%.
“Lo último que necesitamos es traer una nueva variante que nos cause aún más problemas”, afirmó el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, informó en un comunicado que proponía “en estrecha coordinación con los estados miembros, activar el freno de emergencia para detener los viajes aéreos desde la región del sur de África”.
Dijo que los vuelos “deberían suspenderse hasta que tengamos una comprensión clara del peligro que representa esta nueva variante, y los viajeros que regresan de esta región deben respetar las estrictas reglas de cuarentena”.
Von der Leyen insistió en tomar una precaución extrema, advirtiendo que “las mutaciones podrían conducir a la aparición y propagación de variantes aún más preocupantes del virus que podrían extenderse por todo el mundo en unos pocos meses”.
Los científicos dicen que la nueva variante detectada en Sudáfrica es preocupante por su alto número de mutaciones y su rápida propagación entre los jóvenes de Gauteng, la provincia más poblada en ese país.
Según Berlín, la propuesta de von der Leyen podría empezar a aplicarse el viernes en la noche. Spahn dijo además que las aerolíneas procedentes de Sudáfrica solo podrán trasladar a ciudadanos alemanes, y los pasajeros tendrán que pasar una cuarentena de 14 días, estén vacunados o no.
Bélgica se convirtió en el primer país de la UE en anunciar un caso de la variante.
“Es una variante sospechosa”, dijo el ministro de Salud, Frank Vandenbroucke. “No sabemos si es una variante muy peligrosa”.