Los ataques contra civiles se intensifican en Ucrania y la ciudad portuaria de Odesa recibe los primeros bombardeos

En Kiev, la capital, las tropas rusas avanzan lentamente y se ha instaurado un nuevo toque de queda que durará desde las 20.00 hora local [las 19.00 hora peninsular española] de este lunes hasta las 7.00 del miércoles. Además, las bombas han reducido a escombros un centro comercial construido hace pocos años, provocando además al menos ocho víctimas. Según señalan desde el Kremlin, el ataque se justifica porque se trataba de un almacén de armas de las tropas ucranianas. Además, la ciudad de Odesa, uno de los puertos claves en el Mar Negro, ha recibido los primeros ataques desde el inicio de la invasión y estos han ido dirigidos a edificios residenciales.

A nivel diplomático, desde Rusia han advertido al embajador de Estados Unidos que las relaciones bilaterales están “al borde del colapso”. El Kremlin se ha referido a los comentarios emitidos por Joe Biden en los que califica a Putin de “criminal de guerra”, que fueron secundados por los miembros de su Gobierno.

Por último, la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) calcula que la cifra de personas que han huido de Ucrania son ya más de 3,5 millones, mientras que la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos eleva a 2.421 las víctimas civiles, entre ellas 925 muertos, desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, a pesar de que señalan que las cifras reales son mucho mayores.