Un grupo de investigadores desarrolló un nuevo material que, según dicen los mismos científicos, es tan suave como el algodón pero tan resistente como el Kevlar y tan conductor como muchos metales. Puede llevarse y lavarse como la ropa normal y podría acabar convirtiendo la ropa deportiva en tecnología para llevar puesta (conocida en inglés como wearables).
Los llamados «hilos de nanotubos de carbono» funcionan de forma similar a los cables de un dispositivo de monitoreo de electrocardiograma, que mide los ritmos cardíacos para detectar afecciones del corazón. Pero, en lugar de tener que pegarse a la piel, pueden coserse a una camiseta y llevarse como una prenda deportiva normal, según un nuevo estudio de investigadores del laboratorio de la Escuela de Ingeniería Brown de la Universidad de Rice.
A diferencia de los cables, los investigadores dicen que los hilos pueden moverse cómodamente con el usuario, y ser lavados, estirados y usados repetidamente sin romperse.