La Fuerza Aérea de EE.UU. informó sobre la inversión de casi US$ 20 millones con el objetivo de colocar en órbita un grupo de pequeños satélites para llenar un vacío crítico. Así, se busca tener la capacidad de prever los peligros de precipitaciones, como el diluvio que afectó a las ciudades del noreste estadounidense a principios de septiembre.