La Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), realizó el decomiso de 79 licencias de conducir, mismas que en su mayoría eran de jóvenes que conducían bajo la ingesta del alcohol y a exceso de velocidad.
De la misma manera, un total de once informes fueron remitidos a la fiscalía de turno por conducción temeraria de participantes en accidentes de tránsito.
Según lo establece el artículo 1 de la Ley de Penalización a la Embriaguez Habitual, al infractor se le sancionará con una multa de medio salario mínimo a un salario y suspensión de la licencia de conducir por seis meses la primera vez y la reincidencia se castigará con una multa de un salario mínimo a tres, así como la cancelación de la licencia de conducir por un año o definitivamente, según sea el caso.
Según los especialistas de la Sección de Accidentes de Tránsito (SIAT), el alcohol altera la capacidad de conducir cualquier vehículo, ya que limita la percepción visual, el tiempo de reacción y la coordinación motriz alterando la capacidad para juzgar la velocidad, la distancia y la situación relativa del vehículo.
Hay que saber que, incluso una pequeña cantidad de alcohol altera las capacidades para conducir y ponen en riesgo al conductor, los acompañantes y las demás personas que se encuentran en el trayecto. La única tasa segura es una alcoholemia de 0,0%.
La Policía Nacional a través de la DNVT reitera su compromiso de servir y proteger a la población hondureña y nuevamente hace un llamado de evitar conducir bajo la ingesta de bebidas alcohólicas para evitar ser una estadística más de los accidentes de tránsito por la imprudencia vial.