El presidente Juan Orlando Hernández condecoró este miércoles al embajador de Japón, Norio Fukuta, en reconocimiento a su encomiable labor en el país y a su solidaridad con el pueblo hondureño, en especial durante la pandemia de covid-19 y el proceso de reconstrucción nacional tras los daños causados por las tormentas Eta y Iota.
En una ceremonia realizada en Casa Presidencial, el presidente Hernández condecoró con la Orden Francisco Morazán Grado Cruz de Plata al embajador Fukuta, quien finaliza su misión en Honduras.
Durante su gestión, el diplomático de Japón apoyó intensamente la agenda del presidente Hernández en temas como la modernización del Cerro Juana Laínez, educación, salud e infraestructura, entre otros.
La condecoración de la Orden Francisco Morazán en el grado Gran Cruz de Plata es otorgada por el Gobierno a ciudadanos distinguidos que por su importante labor han contribuido en el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, de cooperación y hermandad entre las naciones y los pueblos.
Un homenaje merecido
“He querido presidir esta ceremonia como un homenaje a su país, al conmemorarse los 86 años de nuestras relaciones diplomáticas, que han representado un sólido afecto recíproco y una manera de conocer a su noble pueblo, amistoso y solidario, allá donde los haya”, expresó el mandatario.
“Japón nos ha demostrado lo que significa la solidaridad, el sentido de apoyar en diversas situaciones, sobre todo en los momentos más difíciles”, subrayó.
Hernández apuntó que Honduras no olvida el gesto “tan especial que Japón tuvo con nosotros”, al enviar, cuando ocurrió la tragedia por el huracán Mitch en 1998, tropas a colaborar con otras naciones que acudieron “en nuestra ayuda cuando la desgracia se cebó con nosotros”.
Más muestras de solidaridad
El titular del Ejecutivo indicó que a lo largo del tiempo se han recibido innumerables muestras de amistad de la Agencia de Cooperación Japonesa (JICA), “sobre todo, con jóvenes voluntarios que llegaron para compartir sus conocimientos con nuestro pueblo, en diversas ramas del saber y hasta los más alejados poblados de nuestra geografía”.
“Su gestión en Honduras no ha podido ser más fructífera, porque podemos mencionar diversos apoyos en la salud, la educación, medio ambiente, infraestructura y financiera para fines concretos”, expresó Hernández al embajador japonés.
“Mencionar en estos años cada una de las muestras de cooperación sería prolijo, pero quiero destacar la donación de equipo médico para los hospitales de Honduras, especialmente en las áreas donde se trabaja para el combate del covid-19”, indicó.
Mencionó también “ese canje de notas que se firmara para la implementación del Proyecto Donación de Equipo Pesado, con el fin de apoyar a la reconstrucción del Valle de Sula en las zonas más afectadas por las tormentas Eta e Iota y ese apoyo tan significativo para el programa de reconstrucción turística, que resultaron afectadas por ambos huracanes, destinadas al Parque Arqueológico de Copán”.
“No quiero dejar de mencionar la firma del canje de notas, que tiene el propósito de cooperación financiera reembolsable, siempre destinado a superar los enormes efectos derivados del covid-19, que tanto ha perjudicado nuestra economía, pero lo más importante ha sido la pérdida de vidas humana, una verdadera tragedia para las familias y para el país”, añadió.
Las luchas
El gobernante señaló: “Usted, señor embajador, ha permanecido con nosotros durante este periodo y ha podido observar muy de cerca esos efectos de los huracanes, que nos hicieron retroceder muchos años en el crecimiento de la nación. Pero también ha visto la valentía del pueblo hondureño, que ha sabido dar lo mejor de sí a las circunstancias adversas”.
Añadió que “no le ha sido extraña nuestra lucha frontal contra el narcotráfico, que es a escala internacional, porque el poder de esas bandas organizadas en varios países puede superar con mucho los presupuestos nacionales en vías de desarrollo”.
Hernández apuntó que ha visto todos los esfuerzos que se están haciendo cuando se está a pocos días de efectuarse unas elecciones generales, que serán transparentes y que en gran medida representan el futuro inmediato de Honduras.
“Podría seguir hablando de estas consolidadas relaciones, pero no quiero dejar de mencionar ese recuerdo tan amable que nos dejó a los hondureños la presencia en sus respectivos momentos de las princesas Sayako y Mako, que para nosotros significó un gesto muy deferente de la Casa Imperial”, acotó Hernández.
“Su labor, señor embajador, ha sido muy meritoria por lo que el Gobierno de la República decidió otorgarle la Orden de Francisco Morazán en el grado de Gran Cruz Placa de Plata. Morazán fue el ‘Sensei’ de la Unión Centroamericana y su legado sigue vigente y todos nosotros luchamos porque en algún momento sea realidad”, concluyó el presidente de la República.