Para el próximo año, el sector educativo hondureño retornará parcialmente a las aulas de clases con una partida presupuestaria de 33.545,5 millones de lempiras, lo que significa un aumento de más de 1.300 millones de lempiras respecto a 2021.
El respaldo al sistema educativo ha sido gradual y sostenido: en los últimos 8 años la partida presupuestaria ha aumentado en más de 11.000 millones de lempiras, al pasar de 22.462 millones de lempiras en 2013 a 33.545,5 millones de lempiras en 2022.
El Gobierno también ha incentivado a los educadores hondureños con subsidios para adquisición de viviendas, ajuste salarial de 1.800 lempiras tras varios años de congelamiento salarial y auxilio financiero para más de 59.000 maestros.
“Estos ajustes salariales son producto de tener las finanzas públicas sanas, de haber puesto la casa en orden desde lo macroeconómico, que ahora se traduce en un derrame económico para un sector tan importante del pueblo hondureño y otros más”, dijo el gobernante durante una cadena de radio y televisión.
“Estoy emocionada, ya que no es fácil hacerse de una casa. Agradezco mucho lo que ha hecho el presidente Hernández por el apoyo a los docentes”, expresó la maestra de educación primaria Perla Fortín, una de las beneficiarias del primer proyecto habitacional para maestros hondureños ejecutado por este Gobierno.
200 días de clases
En las aulas, Honduras logró cumplir con 200 días de clases, impartir el conocimiento a más de dos millones de estudiantes, reducir en tres puntos porcentuales el nivel de analfabetismo y mejorar y equipar centros educativos, una tendencia positiva que fue frenada por la pandemia de coronavirus en 2020.
Según reflejan los reportes del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los niveles de analfabetismo pasaron de 14,6 por ciento en 2012 a 11,5 por ciento en 2019.
Para lograr estos hitos en el sistema educativo fue necesario que estudiantes, padres de familia, docentes, sociedad civil y autoridades de la Secretaría de Educación unieran fuerzas para superar las huelgas y paros de labores que por 15 años dominaron el escenario educativo.
En la ruta de mejorar la calidad educativa, también se generaron cambios estructurales con la aprobación del Plan Estratégico del Sector Educación, que incluye la política para garantizar la inclusión de 32.000 niñas, niños y jóvenes con capacidades especiales; reinserción de más de 9.000 educandos migrantes, infractores, en situación de calle u orfandad, entre otros.
Cabe destacar que el presidente Hernández impulsó la tercera reforma educativa desde su gestión como presidente del Legislativo (2010-2014), con el fin de devolver a Honduras el sagrado derecho a una educación de calidad, que garantizara escuelas y colegios abiertos durante 200 días o más.