El sacrificio de un miembro de la Policía Nacional es admirable, dejan a su familia por cuidar la de otros; tal es el caso del Sub Oficial II de Policía Herodes Maradiaga Rueda, quien ingresó a la institución en el año 1992, formando parte de la 26 promoción.
Sus diversas asignaciones operativas van desde la Unidad Metropolitana de Policía en Tegucigalpa hasta diversos departamentos del país, en donde su recorrido ha sido notorio por su compromiso y don de servicio.
Se desempeñó como instructor del Programa de Educación y Entrenamiento en Resistencia a Maras y Pandillas (GREAT), y actualmente cuenta con cinco años de estar asignado como vocero en la UDEP #17, en Valle.
El funcionario dijo que han sido muchas las experiencias que ha vivido siendo parte de la Policía Nacional, pero la que le marcó su vida fue cuando salió herido tras enfrentarse con delincuentes en el sur del país, hecho en el que uno de sus compañeros perdió la vida.
“Estábamos en una operación y fuimos sorprendidos por delincuentes que le quitaron la vida a uno de mis compañeros, yo también salí herido, pero Dios me dio otra oportunidad y ahora soy Pastor de la Policía Nacional”, aseveró Maradiaga.
También dijo que pertenece al Ministerio Cristiano Policial en donde cada mañana predica la palabra de Dios.