Por Cristina Maria Canahuati Duron (PU)
La vacunación en Honduras está dando resultados, con un total de más de 11,561,083 dosis aplicadas que representa el 49.8% de la población con el esquema completo; por tal razón la ocupación hospitalaria en las principales ciudades del país ha disminuido significativamente.
“Actualmente tenemos 11 personas hospitalizadas que representan un 27% de ocupación hospitalaria y de estos 27% de ocupación hospitalaria, el 45 o 43% son pacientes no vacunados todavía, y el resto pues son pacientes que ya tienen una, dos o tres dosis de vacunas”, comentó William Miranda, doctor del Hospital Móvil de San Pedro Sula del Mario Catarino Rivas.
También dijo que de los pacientes internos la mayoría son vacunados pertenecientes a la tercera edad y que representan un 27% de ocupación hospitalaria, con un mínimo de edad actual de 22 años; el 45% no está vacunado, esto quiere decir que todavía tenemos población no vacunada, que por los momentos estos pacientes están más por otras patologías de base que ya traen que meramente por complicaciones por COVID-19, igual que los pacientes vacunados.
En el caso del Hospital del Tórax de Francisco Morazán, la ocupación hospitalaria es del 23.3%, de los cuales 7 son pacientes hospitalizados con PCR diagnosticados con 2 en estado estable, 4 graves y uno en estado crítico, no se reportan ingresos y hay cero fallecidos y 3 altas médicas, el resto de los pacientes están allí por otras patologías.
En el Hospital Escuela hay 17 pacientes hospitalizados en las salas de COVID-19, de ellos 4 se encuentran en la unidad de cuidados intensivos, lo que representa el 36% de la ocupación hospitalaria, 0 embarazadas y 6 de los casos reportados son del área de pediatría. Se han brindado 2 altas médicas y un fallecido por la enfermedad.
El promedio diario de contagios registrados en el país es de 1015 casos nuevos reportándose aproximadamente 280 casos por día en este mes de marzo; la cifra más elevada reportada fue la del 2 de este mes, con 432 casos registrados en un día.
Las nuevas variantes que han surgido como las de ómicron, aunque son más contagiosas que las anteriores, son menos agresivas como lo es la variante delta, sin embargo hay que tomar en cuenta que la pandemia sigue latente y se deben tomar las medidas de bioseguridad necesarias para evitar el contagio del COVID-19.
Estudios indican que una mejor comprensión de la enfermedad y mejores tratamientos significaría que menos casos progresan hacia las etapas críticas de la enfermedad, por ejemplo, ahora se sabe que en las primeras etapas de la epidemia muchos casos no recibieron atención hospitalaria hasta que la enfermedad ya había progresado a una etapa crítica.
Los expertos advierten que a pesar de un posible debilitamiento de los síntoma, se debe seguir manteniendo el distanciamiento social, uso de las mascarillas o la higiene de manos, pues son parte clave de las rutinas.