La Prensa Gráfica
Honduras ha finalizado la construcción del Corredor Seco, una carretera de 330 kilómetros que unirá los océanos Pacífico y Atlántico.
La expectativa es que las mercancías puedan ser trasladadas en menos de cinco horas entre ambos puntos, según han publicado medios hondureños.
La carretera de cuatro carriles atraviesa los departamentos de Comayagua, La Paz y Valle y se espera que también facilite las conexiones con El Salvador, Guatemala y Nicaragua. La apuesta es que la carretera se complemente con otras obras de infraestructura como Puerto Cortés y el recién inaugurado Aeropuerto de Palmerola, para así convertir a Honduras en un «centro logístico».
Puerto Cortés fue dado en concesión en el 2013 a la empresa Operadora Portuaria Centroamericana (OPC), una subsidiaria del grupo filipino ICTSI (International Container Terminal Services Inc.). Tras la concesión, se incrementó el manejo de carga de la terminal, sobrepasando los 600,000 teus (medida para un contenedor de 20 pies), pero con una capacidad instalada cercana al millón de teus. En tanto, el aeropuerto de Palmerola comenzó a operar a finales de 2021. La terminal es operada por el consorcio conformado por Emco y el operador internacional de Múnich, que invirtió unos $87 millones en el contrato por un lapso de 30 años.
La iniciativa del Canal Seco para conectar Puerto Cortés, Cortés, con la frontera de El Amatillo en Goascorán, Valle, data desde el 2002, según el periódico El Heraldo, que destacó que la vía pasaría a manos de la Concesionaria Vial (COVI) para que instale las casetas de peaje e inicien con los cobros. Empero, los planes de Honduras no se quedan ahí, ya que el vecino país explora la construcción de un puente y un puerto en Amapala, en la zona el golfo de Fonseca,
Hace algunos años, la expectativa era que el Canal Seco potenciará el puerto de La Unión y permitiera su conexión con Puerto Cortés; sin embargo, la terminal salvadoreña continúa sin manejar carga y sin ser concesionada.